Las dos últimas semanas me ha dado la flojera y no he escrito nada pero ya estoy aquí de nuevo. El plato fuerte del blog creo que serán las dos próximas entradas en las que hablaré de la Amazonia. De momento os contaré un poco cómo me fue por la zona del Altiplano Norte y para ello voy a empezar hablando de un aspecto cultural que siempre despierta la curiosidad de los occidentales y es el empleo de la hoja de coca.
La hoja de coca
El cultivo, posesión y venta de hoja coca actualmente es legal en
Argentina, Perú, Ecuador, Colombia y, por supuesto, Bolivia.
Todavía hoy existe una gran controversia al
respecto pues entre el público general la asociación mental entre la hoja de
coca y la cocaína es muy fuerte y negativa.
En realidad las hojas de coca fresca solo contienen entre un 0,4 %
y un 1% de cocaína.
Esto no pasa en todas partes |
La hoja
en tiempos de los incas era consumida por una minoría. Los españoles se dieron
cuenta de que su mano de obra indígena forzada rendía más si la mascaba y
promovieron su uso. Desde entonces se ha convertido en un hábito muy popular en
toda Bolivia, pero sobre todo en el Altiplano.
Lo que hago en la foto no es nada ilegal, inmoral ni insano
( cuando hago cosas así intento no dejar pruebas). Acabo de comprar una bolsa de
hoja de coca que me ha costado unos 2 zł o 50 céntimos (hace tiempo que
no miro como está el cambio) Se vende en quioscos dispuestos a tal efecto o en
tiendas de comestibles. Hay que tener una licencia como a la que se refiere la
foto de arriba para poder venderla.
A mí me enseñaron dos formas diferentes
de "mascarla"( se suele decir así aunque en realidad no se masca)
pero seguro que hay cientos.
Método 1: se van separando las mitades y desechando la nervadura central de cada hoja. Se van introduciendo en la boca para hacer una bola de 40 o 50 hojas que se coloca en un carrillo (o en los dos). Puede convertirse en un acto social como en Polonia llevar chocolate cuando vas de visita o en España la cervecita después del curro. Se charla y se intercambian hojas entre tertulianos de modo pausado. Así me enseñaron los mineros de Potosí y lo llamaban "acullicar". De vez en cuando metían un fragmento de la barrita con alcaloides de la que hablaré más abajo.
Método 2: así me enseñaron en Rurrenabaque, en la selva amazónica. Se hace una bola con las hojas sin quitar las nervaduras centrales. Se tritura con los dedos un trocito de la barrita que sostengo con la mano izquierda y se mezcla el polvo resultante con la bola. Se introduce el bolón en un carrillo.
En cualquiera de los dos métodos la bola no se masca. Simplemente se va absorviendo lentamente los jugos que van saliendo de las hojas. Esto se puede hacer durante horas. En Rurrenabaque lo llamaban "bolear". Los efectos son más rápidos que del primer modo.
La barrita: en el Altiplano la llaman "lejía". Normalmente se hace de ceniza de quínua y lleva un componente alcalino que reacciona con las hojas y aumenta sus efectos. Como veis todos los ingredientes son naturales.
Los efectos: en plena actividad física no sientes ni hambre, ni sed, se mitiga el cansancio y yo me atrevería a decir que no sientes ni ganas de orinar. Además te quita el mal de altura. A mí me vino de puta madre en dos ocasiones: la primera, al llegar a los 4000 metros de altitud de Potosí, cuando sentí muy fuerte el soroche (mal de altura) y tenía hasta mareos. Un poco de hoja, también en infusión, y se me pasó el malestar. La segunda, en la selva, cuando estábamos haciendo marchas de 30 km, cargados y sin comer en todo el día. La única forma de soportarlo los primeros días fue gracias al "boleo".
En la foto Mario, nuestro inestimable guía en la selva, boleando a todo carrillo.
Aquí os paso un vídeo de Youtube con la canción Oro Verde, de los Tekis, en la que se reivindica que la hoja de coca no es una droga y que su consumo es una costumbre ancestral que debe ser valorada.
Método 2: así me enseñaron en Rurrenabaque, en la selva amazónica. Se hace una bola con las hojas sin quitar las nervaduras centrales. Se tritura con los dedos un trocito de la barrita que sostengo con la mano izquierda y se mezcla el polvo resultante con la bola. Se introduce el bolón en un carrillo.
En cualquiera de los dos métodos la bola no se masca. Simplemente se va absorviendo lentamente los jugos que van saliendo de las hojas. Esto se puede hacer durante horas. En Rurrenabaque lo llamaban "bolear". Los efectos son más rápidos que del primer modo.
La barrita: en el Altiplano la llaman "lejía". Normalmente se hace de ceniza de quínua y lleva un componente alcalino que reacciona con las hojas y aumenta sus efectos. Como veis todos los ingredientes son naturales.
Los efectos: en plena actividad física no sientes ni hambre, ni sed, se mitiga el cansancio y yo me atrevería a decir que no sientes ni ganas de orinar. Además te quita el mal de altura. A mí me vino de puta madre en dos ocasiones: la primera, al llegar a los 4000 metros de altitud de Potosí, cuando sentí muy fuerte el soroche (mal de altura) y tenía hasta mareos. Un poco de hoja, también en infusión, y se me pasó el malestar. La segunda, en la selva, cuando estábamos haciendo marchas de 30 km, cargados y sin comer en todo el día. La única forma de soportarlo los primeros días fue gracias al "boleo".
En la foto Mario, nuestro inestimable guía en la selva, boleando a todo carrillo.
Aquí os paso un vídeo de Youtube con la canción Oro Verde, de los Tekis, en la que se reivindica que la hoja de coca no es una droga y que su consumo es una costumbre ancestral que debe ser valorada.
La Paz
La ubicación de La Paz es aún más de locos que la de Potosí: el centro está a 3.600 msnm. pero al oeste las calles empiezan a escalar una enorme ladera y suben hasta más de 4.000 msnm., a El Alto, una ciudad que más bien hace la función de suburbio. La foto que he conseguido es bastante mala porque no encontré un buen mirador desde donde se pudiera conseguir una vista panorámica. Se ve solo un fragmento de la ladera a la que me refiero, a la que no podía abarcar con todo mi ángulo de visión. Yo creo que algunas calles tenían más de 500 metros de desnivel. ¡2 millones de personas viviendo a 4000 msnm.!
La Paz es una ciudad multicultural donde viven quechuas, aimaras, mestizos y gentes de otros orígenes étnicos además de extranjeros. El atuendo de esta señora es muy típico en La Paz. Lo que yo no sabía y me he enterado leyendo Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano es que las indígenas adoptaron esta manera de vestir por la presión de las autoridades españolas en el siglo XVII.
La entrada de los estudiantes en la Paz
Estando allí me encontré con la entrada de los estudiantes, una celebración anual que se hace para recibir a los novatos y que dura desde por la mañana hasta por la noche. Con el marco de los 6.400 metros del Illimani (en el fondo) durante todo el día desfilan agrupaciones que representan a cada una de las facultades y que visten el traje tradicional de diferentes regiones de Bolivia. Cada grupo lleva una banda de música y desfila bailando. Por la noche mucha gente borracha por el centro, pero buen rollo.
Los disfraces están muy, pero que muy currados.
Estos llevan el traje típico de Tarija, cerca de Argentina. Como veis, el del chico se parece mucho al traje de gaucho.
En La Paz no hay muchas tiendas. La mayoría de las cosas se venden en los mercados callejeros. Voy a hablar de dos mercados peculiares: el mercado dominical de El Alto y el mercado de las brujas.
El mercado dominical de El Alto tiene lugar los jueves y domingos y es el mayor mercadillo que he visto en toda mi vida. Baste decir que estuve unas 3 horas caminando por sus calles y no creo haber visto la mitad. Allí se vende TODO.
El mercado de las brujas: en el que se puede comprar un filtro de amor, el polvo del dominio, el del diablo, sahumerios para atraer a la suerte, toda clase de hierbas, amuletos y, por supuesto, fetos de llama como los que veis en la foto de la ¿izquierda. ¿Para qué los fetos? Pues para ofrecerlos la Pachamama, joder, para qué va a ser? En la foto de abajo veréis cómo funciona esto.
El feto se envuelve entre golosinas y adornos y todo junto se empaqueta tal y como hace la bruja en la foto. El cliente quema el paquete y esparce las cenizas en sus tierras como ofrenda a la Pachamama el 1 de agosto para que la cosecha sea buena. Hoy en día también se aplica a los negocios, pero no sé qué hacen con la ceniza en ese caso.
Copacabana y La isla del Sol
A unas 3 horas de viaje de la Paz está Copacabana y la Isla del Sol. Este ha sido el punto más turístico que he visitado en este viaje y, aunque es algo que hay que ver, para mí ha sido la parte menos interesante. Cuando llegué me sentí decepcionado por la masa de turistas que desembarcaba en la isla por la mañana. Por la tarde cuando se fue la mayoría de la gente ya me pareció otra cosa. Desde luego es impresionante ver una playa a 4000 metros de altura, rodeada de gigantescas cordilleras. Uno no se puede convencer de que sea un lago hasta que prueba el agua dulce. Ahí lleváis unas fotos en las que se ve el lago Titicaca, unas ruinas incas y el ambiente por la tarde, cuando ya quedan pocos turistas.
Copacabana: aunque en la foto no se refleje, lo que vi allí es la "playa de Bolivia". Muchos turistas extranjeros, hippies chilenos y argentinos haciendo cosas de hippies y algo de marcha y golfeo por la noche.
En la foto: religioso bendiciendo un coche. Había una larga cola en la iglesia para esto. Como veis llenan el capó de cosas chulas antes de la bendición.
Tihuanaco
Tihuanaco o Tiwanaku es el yacimiento arqueológico más importante de Bolivia. Pertenece a una cultura anterior a los incas, que se desarrolló entre el 2000 a.C. y el 1000 d.C aproximadamente en el oeste de Bolivia, sur de Perú, noroeste de Argentina y norte de Chile. De su importancia dan muestra las fotos.
La pirámide de Akapana: tenía siete escalones. Al parecer un prenda español, un tal Oyaldeburo, la lió parda en el siglo XVII excavándola en busca de tesoros. En las excavaciones actuales trabajan miembros de las comunidades indígenas de la zona.
La puerta del sol: A pesar del contraluz en el dintel se puede ver una representación del dios Viracocha, hacedor del mundo idolatrado posteriormente por los incas.
Desde 2010 el presidente Evo Morales acude el 21 de junio de cada año para celebrar el año nuevo andino con el consiguiente cabreo de la derecha católica.
Cada semana me propongo hacer las entradas más cortas y cada semana las escribo más largas. Como adelanté, las dos próximas entradas irán sobre la selva amazónica y sus bichos. Si consigo el objetivo de transmitiros mis impresiones deberían ser el plato fuerte del blog puesto que esos días han sido para mí los mejores del viaje. ¡Hasta dentro de unos días!