martes, 20 de agosto de 2013

El Altiplano Norte (La Paz, Copacabana, Tihuanaco)


Las dos últimas semanas me ha dado la flojera y no he escrito nada pero ya estoy aquí de nuevo. El plato fuerte del blog creo que serán las dos próximas entradas en las que hablaré de la Amazonia. De momento os contaré un poco cómo me fue por la zona del Altiplano Norte y para ello voy a empezar hablando de un aspecto cultural que siempre despierta la curiosidad de los occidentales y es el empleo de la hoja de coca.

La hoja de coca              


El cultivo, posesión y venta de hoja coca actualmente es legal en Argentina, Perú, Ecuador, Colombia y, por supuesto, Bolivia.
Todavía hoy existe una gran controversia al respecto pues entre el público general la asociación mental entre la hoja de coca y la cocaína es muy fuerte y negativa.
En realidad las hojas de coca fresca solo contienen entre un 0,4 % y un 1% de cocaína.

Esto no pasa en todas partes
En la legislación internacional la hoja de coca aparece incluida en una lista elaborada por la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961 junto a la cocaína y la heroína. El problema es que su inclusión se debió a un informe sobre los efectos de masticar hoja de coca elaborado en 1950 fuertemente criticado por obsoleto y tendencioso. En Bolivia amén de ser legal, su uso es reivindicado por su presidente Evo Morales ante los organismos internacionales.



La hoja en tiempos de los incas era consumida por una minoría. Los españoles se dieron cuenta de que su mano de obra indígena forzada rendía más si la mascaba y promovieron su uso. Desde entonces se ha convertido en un hábito muy popular en toda Bolivia, pero sobre todo en el Altiplano.
Lo que hago en la foto no es nada ilegal, inmoral ni insano ( cuando hago cosas así intento no dejar pruebas). Acabo de comprar una bolsa de hoja de coca que me ha costado unos 2 zł o 50 céntimos  (hace tiempo que no miro como está el cambio) Se vende en quioscos dispuestos a tal efecto o en tiendas de comestibles. Hay que tener una licencia como a la que se refiere la foto de arriba para poder venderla. 
Además hay que comprar una barrita con un componente alcalino que se mezcla con las hojas para conseguir el efecto deseado. 

A mí me enseñaron dos formas diferentes de "mascarla"( se suele decir así aunque en realidad no se masca) pero seguro que hay cientos.
Método 1: se van separando las mitades y desechando la nervadura central de cada hoja. Se van introduciendo en la boca para hacer una bola de 40 o 50 hojas que se coloca en un carrillo (o en los dos). Puede convertirse en un acto social como en Polonia llevar chocolate cuando vas de visita o en España la cervecita después del curro. Se charla y se intercambian hojas entre tertulianos de modo pausado. Así me enseñaron los mineros de Potosí y lo llamaban "acullicar". De vez en cuando metían un fragmento de la barrita con alcaloides de la que hablaré más abajo.


Método 2: así me enseñaron en Rurrenabaque, en la selva amazónica. Se hace una bola con las hojas sin quitar las nervaduras centrales. Se tritura con los dedos un trocito de la barrita que sostengo con la mano izquierda y se mezcla el polvo resultante con la bola. Se introduce el bolón en un carrillo.
En cualquiera de los dos métodos la bola no se masca. Simplemente se va absorviendo lentamente los jugos que van saliendo de las hojas. Esto se puede hacer durante horas. En Rurrenabaque lo llamaban "bolear". Los efectos son más rápidos que del primer modo.

La barrita: en el Altiplano la llaman "lejía". Normalmente se hace de ceniza de quínua y lleva un componente alcalino que reacciona con las hojas y aumenta sus efectos. Como veis todos los ingredientes son naturales.




Los efectos: en plena actividad física no sientes ni hambre, ni sed, se mitiga el cansancio y yo me atrevería a decir que no sientes ni ganas de orinar. Además te quita el mal de altura. A mí me vino de puta madre en dos ocasiones: la primera, al llegar a los 4000 metros de altitud de Potosí, cuando sentí muy fuerte el soroche (mal de altura) y tenía hasta mareos. Un poco de hoja, también en infusión, y se me pasó el malestar. La segunda, en la selva, cuando estábamos haciendo marchas de 30 km, cargados y sin comer en todo el día. La única forma de soportarlo los primeros días fue gracias al "boleo".
En la foto Mario, nuestro inestimable guía en la selva, boleando a todo carrillo.





Aquí os paso un vídeo de Youtube con la canción Oro Verde, de los Tekis, en la que se reivindica que la hoja de coca no es una droga y que su consumo es una costumbre ancestral que debe ser valorada.

La Paz






La ubicación de La Paz es aún más de locos que la de Potosí: el centro está a 3.600 msnm. pero al oeste las calles empiezan a escalar una enorme ladera y suben hasta más de 4.000 msnm., a El Alto, una ciudad que más bien hace la función de suburbio. La foto que he conseguido es bastante mala porque no encontré un buen mirador desde donde se pudiera conseguir una vista panorámica. Se ve solo un fragmento de la ladera a la que me refiero, a la que no podía abarcar con todo mi ángulo de visión. Yo creo que algunas calles tenían más de 500 metros de desnivel. ¡2 millones de personas viviendo a 4000 msnm.!








La Paz es una ciudad multicultural donde viven quechuas, aimaras, mestizos y gentes de otros orígenes étnicos además de extranjeros. El atuendo de esta señora es muy típico en La Paz. Lo que yo no sabía y me he enterado leyendo Las venas abiertas de América Latina de Eduardo Galeano es que las indígenas adoptaron esta manera de vestir por la presión de las autoridades españolas en el siglo XVII.






La entrada de los estudiantes en la Paz





Estando allí me encontré con la entrada de los estudiantes, una celebración anual que se hace para recibir a los novatos y que dura desde por la mañana hasta por la noche. Con el marco de los 6.400 metros del Illimani (en el fondo) durante todo el día desfilan agrupaciones que representan a cada una de las facultades y que visten el traje tradicional de diferentes regiones de Bolivia. Cada grupo lleva una banda de música y desfila bailando. Por la noche mucha gente borracha por el centro, pero buen rollo.











Los disfraces están muy, pero que muy currados.







Estos llevan el traje típico de Tarija, cerca de Argentina. Como veis, el del chico se parece mucho al traje de gaucho.




Estudiantes de Ingeniería


Estudiantes de electromecánica





Estudiantes de ingeniería

La Amazonia




Psicología








 

























































Los mercados de La Paz

En La Paz no hay muchas tiendas. La mayoría de las cosas se venden en los mercados callejeros. Voy a hablar de dos mercados peculiares: el mercado dominical de El Alto y el mercado de las brujas.







El mercado dominical de El Alto tiene lugar los jueves y domingos y es el mayor mercadillo que he visto en toda mi vida. Baste decir que estuve unas 3 horas caminando por sus calles y no creo haber visto la mitad. Allí se vende TODO.











El mercado de las brujas: en el que se puede comprar un filtro de amor, el polvo del dominio, el del diablo, sahumerios para atraer a la suerte, toda clase de hierbas, amuletos y, por supuesto, fetos de llama como los que veis en la foto de la ¿izquierda. ¿Para qué los fetos? Pues para ofrecerlos la Pachamama, joder, para qué va a ser? En la foto de abajo veréis cómo funciona esto.






El feto se envuelve entre golosinas y adornos y todo junto se empaqueta tal y como hace la bruja en la foto. El cliente quema el paquete y esparce las cenizas en sus tierras como ofrenda a la Pachamama el 1 de agosto para que la cosecha sea buena. Hoy en día también se aplica a los negocios, pero no sé qué hacen con la ceniza en ese caso.




Copacabana y La isla del Sol

A unas 3 horas de viaje de la Paz está Copacabana y la Isla del Sol. Este ha sido el punto más turístico que he visitado en este viaje y, aunque es algo que hay que ver, para mí ha sido la parte menos interesante. Cuando llegué me sentí decepcionado por la masa de turistas que desembarcaba en la isla por la mañana. Por la tarde cuando se fue la mayoría de la gente ya me pareció otra cosa. Desde luego es impresionante ver una playa a 4000 metros de altura, rodeada de gigantescas cordilleras. Uno no se puede convencer de que sea un lago hasta que prueba el agua dulce. Ahí lleváis unas fotos en las que se ve el lago Titicaca, unas ruinas incas y el ambiente por la tarde, cuando ya quedan pocos turistas.







Copacabana: aunque en la foto no se refleje, lo que vi allí es la "playa de Bolivia". Muchos turistas extranjeros, hippies chilenos y argentinos haciendo cosas de hippies y algo de marcha y golfeo por la noche.
En la foto: religioso bendiciendo un coche. Había una larga cola en la iglesia para esto. Como veis llenan el capó de cosas chulas antes de la bendición.

Tihuanaco


Tihuanaco o Tiwanaku es el yacimiento arqueológico más importante de Bolivia. Pertenece a una cultura anterior a los incas, que se desarrolló entre el 2000 a.C. y el 1000 d.C aproximadamente en el oeste de Bolivia, sur de Perú, noroeste de Argentina y norte de Chile. De su importancia dan muestra las fotos.



La pirámide de Akapana: tenía siete escalones. Al parecer un prenda español, un tal Oyaldeburo, la lió parda en el siglo XVII excavándola en busca de tesoros. En las excavaciones actuales trabajan miembros de las comunidades indígenas de la zona.






La puerta del sol: A pesar del contraluz en el dintel se puede ver una representación del dios Viracocha, hacedor del mundo idolatrado posteriormente por los incas. 
Desde 2010 el presidente Evo Morales acude el 21 de junio de cada año para celebrar el año nuevo andino con el consiguiente cabreo de la derecha católica.






Cada semana me propongo hacer las entradas más cortas y cada semana las escribo más largas. Como adelanté, las dos próximas entradas irán sobre la selva amazónica y sus bichos. Si consigo el objetivo de transmitiros mis impresiones deberían ser el plato fuerte del blog puesto que esos días han sido para mí los mejores del viaje. ¡Hasta dentro de unos días! 













viernes, 2 de agosto de 2013

El Salar de Uyuni.

Después de Potosí, la siguiente etapa de mi viaje me ha llevado a Uyuni, uno de los lugares más visitados de Bolivia, en pleno Altiplano Sur.





Podéis verlo claramente en la mancha blanca más grande de la izquierda del mapa. Está situado a 3650 msnm. Es el mayor salar continuo del mundo. Pero, ¿qué es un salar? Es un lago de poca profundidad en el que la evaporación es mayor que la alimentación que recibe, por lo que a la larga se acumula una capa de sal en el suelo. En el caso del de Uyuni en el invierno austral está seco y por eso la capa de sal queda a la vista. El que quiera entenderlo bien puede probar a cocinar unas papas arrugás.

El cementerio de trenes de Uyuni

A 3 km de Uyuni vagones y locomotoras de vapor reposan en el desierto. En otra época eran signo del progreso y su primera llegada a las ciudades era celebrada con alborozo, quizá porque la gente no sabía que a partir de entonces, poco a poco, se iría convirtiendo en esclava del reloj y de los objetos que se quedan obsoletos en poco tiempo.
En Uyuni esto ocurrió en 1889, cuando se abrió la primera línea a Antofagasta (Chile). La razón, la riqueza minera de la región, próxima además a Oruro y Potosí, grandes centros mineros.

Estos trenes funcionaron hasta los años 50 según me han dicho. Después permanecieron hasta hace 17 años en medio de la ciudad de Uyuni, cuando las autoridades decidieron emplazarlos en su ubicación actual. 
Desde entonces se han convertido en una de las atracciones turísticas de la zona y todos los días los visitan cientos de turistas.
El problema es que, al estar en campo abierto, por las noches van saqueadores con cortadoras y los van desguazando poco a poco sin que las autoridades puedan hacer nada. Para colmo algunos turistas desaprensivos se suben encima y los ensucian.

 

El Salar de Uyuni



Aunque no he encontrado información al respecto, estoy convencido que desde que el hombre llegó a esta zona (entre el 10.000-12.000 a.C., según las estimaciones actuales) tuvo que considerar este sitio como un lugar sagrado. Los creyentes en las fuerzas sobrenaturales dirán que es un lugar cargado de energías y cosas por el estilo. Yo, lo que puedo decir es que las sensaciones que me ha producido no las he experimentado en ningún otro lugar que haya estado antes. Es diferente a estar en una llanura nevada, aunque no sabría explicar exactamente por qué. Su luminosidad es diferente, su olor, la dureza del suelo cubierto de escamas gigantes, la ausencia de toda vida, su inmensidad, enmarcada por volcanes, poblada por islas. Ciertamente parece un mar solidificado cuando lo recorres en un todoterreno.
Económicamente es aprovechado como reserva de sal. Con unos 10.000 km², su superficie es similar a la de la provincia de Huelva o más de la mitad de Pomerania (Pomorskie). Las diferentes capas de sal tienen entre 10 y 120 metros de grosor. Con esos datos los más avispados ya habréis calculado cuántas ensaladas pueden aliñarse con toda esa sal. Veinte familias del pueblo de Colchani la explotan en forma de cooperativa usando maquinaria rústica  (+ info.).
En la foto vemos como cargan el camión con la sal de los montones que tienen que hacer unos días antes para que se deshidrate.
¡Pero eso no es todo!: el Salar contiene la mayor reserva de litio del mundo (del que llevan las baterías de portátiles y móviles) aunque aún no se está explotando convenientemente por falta de tecnología. Esto es una esperanza para el país, que ya ha firmado acuerdos con potencias extranjeras para que colaboren con su tecnología. ( + info.)
¡Pero eso no es todo!: el rally París-Dakar lo recorrerá a partir de 2014 en lo que con seguridad será una de sus etapas estrellas. ( + info.)
¡Pero eso no es todo! Se están investigando unas bacterias que solo se viven en este lugar del  mundo de las que se espera poder obtener un nuevo tipo de plástico ecológico. ( + info.)
¡Pero eso no es todo! Algunos diseñadores de moda, como el boliviano Galo Sánchez, han aprovechado la extraña belleza del Salar para añadir impacto visual a sus desfiles. ( + info.)
Si os gusta hacer el tonto con la cámara el Salar es el sitio ideal:



                                                                              


Para mí, como decía Evaristo el de la Polla Records, Elas banderas son trapos de colores" pero, con la luminosidad excepcional del Salar, son trapos muy bonitos. Arriba del todo, la bandera de Bolivia y justo debajo la wiphala, la bandera aimara que en la actualidad es uno de los símbolos del Estado Plurinacional de Bolivia.
Os dejo la canción de la Polla a la que me refiero (me encanta el final, pero hay que estar atento para entenderlo):
Sin país. La Polla Records





La isla Incahuasi

Pero en medio del Salar nos espera aún una sorpresa, la onírica isla Incahuasi, en el punto de este mapa de Google Maps, poblada por cactos de la especie Echinopsis atacamensis o cardón de la puna, que pueden llegar a la altura de 10 metros y cuya madera se usa para muebles y edificios. La Incahuasi, a la que a menudo se la confunde con la Isla del Pescado,  se alza unos 100 metros sobre el Salar y proporciona una vista de un  mar de sal que parece sacado de un extraño sueño.


Estas fotos no están trucadas como las de arriba. Ampliad la de la derecha y me veréis como referencia de la altura de estos cactos.


                  










En este sitio no te extrañaría que las llamas empezasen a hablar.










La puna







Cerca del Salar seguimos el viaje por la puna que se extiende entre el noreste de Chile y el suroeste de Bolivia, donde abundan estos "cactos petrificados" que en realidad son estromatolitos. ¿Que qué son estromatolitos? Busca en "Wikipedia", ¡por dios!, que yo soy de letras.










Al parecer las condiciones climáticas de esta región facilitan el proceso de momificación natural. De los agujeros que veis en esta cueva se exhumaron cadáveres momificados.




En esta zona abundan los rebaños de llamas domesticadas y los de vicuñas salvajes.











Esta foto me salió chula, ¿verdad?













Las lagunas de la puna

Cuando creía que lo había visto todo llegamos a este lago, en medio de la inmensidad, poblado por flamencos de tres especies: el flamenco chileno, el de James y el andino.


   





















¡Ya quisieran las estrellas de Hollywood caminar por la alfombra roja con la elegancia con la que el flamenco de James (Phoenicopterus jamesi) lo hace por el limo!.
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Uno no se cansa de mirarlos.









La inmensidad de las distancias, de los volcanes, de los valles y de todo lo que nos rodea da la sensación de un inmenso escenario preparado para una representación de gigantes.
Cuando se ve por primera vez es normal sentirse abrumado por las fuerzas de la Naturaleza y pletórico al mismo tiempo.






Espero que os haya gustado. Mi siguiente etapa en el viaje será el Altiplano Norte. Ya os contaré a los que me sigáis leyendo :)