sábado, 20 de julio de 2013

Maragua

Estoy sorprendido por la gran cantidad de visitas que ha tenido mi primera entrada en el blog. Eso me anima a continuarlo. En este mapa podéis ver las etapas de mi viaje hasta el momento:
  1. Aterrizaje en Santa Cruz de la Sierra (día 15 de julio)
  2. Samaipata (15 y 16 de julio)
  3. Sucre y Maragua (17 a 20 de julio)

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La segunda etapa de mi viaje me ha llevado a Sucre, capital histórica de Bolivia, de la que os hablaré en la siguiente entrada, pues lo primero que hice al llegar fue viajar a una comunidad indígena llamada Maragua, situada en sus "alrededores".

El viaje desde Sucre a Maragua
Desde que llegué a Sucre todo mi afán era visitar una comunidad indígena rural pues, aunque la ciudad ofrece muchos atractivos y tentaciones, siempre me han atraído los lugares un poco más apartados de las rutas turísticas convencionales.
Preguntando me hablaron de Maragua, una pequeña comunidad poblada por quechuas de la cultura
J´alca a unos 60 o 70 km y no me lo pensé dos veces.
Fue entonces cuando se me ocurrió la brillante idea de alquilar una bicicleta para llegar. Supongo que en ese momento pensé que estaba en Sierra Morena y no en las estribaciones de los Andes. El trayecto incluía una ascensión de 1200 metros (desde los 2800 de Sucre hasta un puerto de 4000), un descenso de 900 metros y un nueva subida de 400. Además cargaba con la impedimenta de mi mochila.
Aunque era consciente de la salvajada que me disponía a emprender recordé las palabras de mi amigo, el gran filósofo italiano Gian Marco Lodi: "vamos a ver lo que surge".
El resultado es el que intentaré ilustrar en las siguientes fotografías: unos 15 km pedaleando, unos 25 empujando la bicicleta y unos 30 haciendo autostop.

A las 4 horas del inicio de la jornada (13:30)






Emprendí la marcha a las 9 y media de la mañana. A las 13:30 mi flamante plan había empezado a hacer agua. Estaba a unos 3400 metros de altura, mi respiración era agitada incluso cuando me detenía varios minutos, el camino era infamemente inclinado y no pasaba ningún vehículo. Aún así tenía agua y fuerza y pensaba que mi suerte iba a cambiar.










Fue entonces cuando pasó este camión y decidí hacer un poco de trampa. La suerte me duró poco, pues apenas me llevó 2 o 3 km.







Situación a las 14:30



Ya cerca de la cumbre y del colapso de mi sistema cardiorrespiratorio una pareja de una comunidad cercana, al verme tan maltrecho, se apiadó de mí y me llevó durante unos 15 o 18 km.










Aunque les resultaba difícil hablar español, pues su lengua materna era el quechua y raramente lo usaban, se esforzaban en mostrarme y explicarme lo que pensaban que podía interesarme de la zona, por ejemplo, un camino prehispánico o un monumento al guerrillero indígena Tomás Katari, sobre el que me permitiré hacer un breve apunte histórico:





Monumento a Tomás Katari (a 4000 mt de altura)
A pesar de que a menudo se suele datar el comienzo del proceso de independencia de Bolivia en 1809, coincidiendo con la revolución criolla de Chuquisaca, en 1779 el lider aymara Tomás Katari ya había encabezado un levantamiento contra los españoles.
Katari es un seudónimo que significa "serpiente". Al parecer, este líder indígena realizó una marcha a pie hasta Cuzco, que estaba a unas 30 jornadas para un mensajero rápido, en solo 15 días. Solo una serpiente podría moverse tan rápidamente entre esos montes y quebradas (doy fe).


15:30 de la tarde (6 horas de camino)

Al ayudarme a pasar al otro lado de la enorme barrera montañosa yo ya eché las campanas al vuelo, pues me aseguraron que los 14 o 15 km que faltaban hasta Maragua eran cuesta abajo.
Movido por la euforia decidí inmortalizar el momento con esta foto que me recuerda al cuadro de Velázquez "La rendición de Breda".
Sé que es propio de friquis hacer fotos como esta, pero eso ya debía haberlo pensado al empezar a escribir un blog.




18:30 de la tarde (9 horas desde el comiezo de la jornada)
La realidad es que aún me quedaba la parte más dura del camino. Roto, extenuado, sentía un intenso dolor en la caja torácica en su conjunto. Mi respiración era como la de un asmático y tenía que pararme a descansar cada 30 metros. El mal de altura se había apoderado de mí aunque solo estaba a unos 3400 metros de altitud, pero mi testarudez en intentar esta ruta sin estar preparado físicamente, sin que mi organismo estuviera acostumbrado a esta altura y, para más inri, cargando con una mochila, me había puesto en esta bochornosa situación.




Cuando ya me daba a todos los diablos pensando que tendría que dormir junto a la cuneta aparecieron mis salvadores, que me llevaron junto con mi impedimenta en un remolque en el que transportaban los pedruscos que veis, que en ese momento me parecían de algodón.
Me dejaron a unos 3 km de la comunidad, a la que llegué de noche y tambaleante, pero contento de poder dormir en una cama.




La comunidad de Maragua



A la mañana siguiente esta señora me preparó de desayuno una especie de pan frito. Como veis, las mujeres bolivianas, en vez de llevar a sus críos a la guardería, cargan con ellos mientras están trabajando. A mí me parece admirable esa forma de transportar personas y cosas. Cuando tienen que darle el pecho al niño solo tienen que situarlo delante con un movimiento de brazos y asunto concluido. En otra entrada intentaré mostrar mejor cómo lo hacen (me refiero a los nudos, no a dar el pecho).







La mañana me brindó la alegría de un día soleado en un lugar repleto de estímulos visuales, sonoros y olfativos. Bandadas de pájaros verdes revoloteaban trinando entre el intenso azul del cielo, la tierra roja y los arbustos amarillos. Maragua está en el cráter de un volcán, de unos 8 km de circunferencia donde no llega la televisión y en el que vive una comunidad indígena de la cultura J´alca y de lengua quechua.







Me llamó la atención que a pesar de haber pocas casas en la escuela había casi 200 niños. Como no suelo negar mi talento futbolístico a quien me lo requiere, eché un partidito con los críos del colegio, justo lo que necesitaba después de la extenuante jornada anterior. Adviértase el espectacular dominio del balón en este momento, justo antes de marcar un gol por la escuadra.






Otro de los atractivos del lugar son sus formaciones geológicas, una serie de plegamientos que se extienden a través de toda la circunferencia del cráter y que le confieren un aspecto de concha gigantesca a vista de pájaro.








Aquí tenéis la foto del cráter desde el cielo gracias a Google Earth. He intentado subir un vídeo en el que había grabado imágenes de la zona, pero con la conexión de que dispongo en este momento me llevaría horas. Intentaré subirlo cuando pueda.







El regreso a Sucre





El viaje de vuelta me deparaba otra sorpresa: el transporte público consistía en un camión para ganado donde se hacinaban personas, animales y mercaderías. La hora de salida era "sobre las dos", por lo que salimos a las 15:30.









A este pobre carnero (me refiero al blanco de la esquina) le tocó viajar de esta guisa. Algunos pasajeros llevaban gallinas vivas en bolsas de plástico.








Muchos, incluidas las señoras de la foto, iban mascando hoja de coca con delectación. Como sabéis ayuda mucho con lo del mal de altura (¡Que nadie confunda coca con cocaína!). Habrá que conseguir algunas hojitas para mi próxima escala, Potosí.









En general, los locales parecen tomarse con buen humor el ir hacinados en un camión de ganado a la intemperie por caminos de tierra serpenteantes y vertiginosos.














Al final del trayecto de 70 km y 4 horas y media había más de 60 pasajeros. El camión se hizo paso a través de curvas y desniveles imposibles. A lo largo del recorrido se iban sumando más y más gente. La hoja de coca rulaba de manos a manos, o de manos a boca.
El coste del "billete" estuvo sobre 90 céntimos de euro.










Según iban subiendo pasajeros el espacio disponible se iba reduciendo de tal forma que tuve que pasar las dos últimas horas sentado en el manillar de mi bici procurando que no se abriera la compuerta trasera y agarrado a un arquito de hierro que se movía. ¡Para que nos quejemos del PKP polaco! (el equivalente a RENFE).





Bueno, creo que esta entrada ha salido un poco larga, pero aún así tengo la sensación de haberme dejado muchas cosas en el tintero. Resumir es una virtud que hay que cultivar. En la próxima entrada os hablaré de Sucre. Espero que os haya gustado.

6 comentarios:

  1. Miguel Ángel, ¡me encanta tu blog! gracias por compartir tu viaje, realmente es fascinante. Te admiro, yo no podría subir todos esos Kms en bici...cuando te vuelva a ver en septiembre estarás hecho un Indurain.
    Saludos desde Boston.
    Marta

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  2. Gracias, Marta. Lo de la bici te aseguro que no lo voy a repetir ;-)

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  3. Grandísimo blog y grandísimo tambien el filósofo italiano Lodi, a quien tuve la oportunidad de conocer personalmente en algún bar de, seguramente, dudosa reputación. De todas formas, tuviste suerte de que ese camión saliera a las 15, 30... Yo quise pillar uno en la pequeña ciudad serrana de Sorata que, según varios lugareños, debía arrancar sobre las 8, pero me encontré a las 7, 30 con que ya había salido y no había más hasta la semana siguiente. Lo solucioné horas después pagando por subir a otro que me llevó, tras varias escalas, a un destino distinto del que tenía planeado.

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  4. Campeón, una vez más se comprueba que seguir las enseñanzas del caballero del buen decir Lodi siempre lleva a buen puerto. El blog está genial y la crónica mejor. Sigue con el buen trabajo. Un abrazo.

    P.D.
    Recuerda que ''La peña é importantíssima tío''. No te olvides de los amigos.

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  5. Jesus Ruiz Cruzado29 de julio de 2013, 4:31

    vaya pasada de blog!!! la verdad esque esta es la mejor manera de conocer un pais si no has ido, eso si tengo que decir que las mejores fotos sin duda la del carnero y la del campo de futbol jajajaja,bueno tambien me ha gustado la mina. un abrazo y nos vemos pronto!!

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  6. Muy bueno tío. por ahora solo he leido esto, que llego trade al curro...jejejeje

    Las fotos muy guapas y el viaje en bici??
    Joder vas a volver deluxe...ya saldremos de culebreo por Gdansk a cunado vuelvas!!

    Un gran abrazo

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